martes, 15 de marzo de 2016

CRISTIANOS PERSEGUIDOS: EL GENOCIDIO ESCONDIDO.



“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observación.” Declaración Universal de los Derechos Humanos. Art. 18
Uno de los rasgos positivos que tiene la sociedad actual, al menos en lo que llamamos occidente es la gran sensibilidad que se ha generado con la vulneración de los derechos humanos y la capacidad de movilización a partir de imágenes o hechos en los que se conculcan los  mismos.
         Por ello, es más sorprendente  que determinados derechos sean olvidados en función de qué grupo social, ideológico o religioso sea la víctima de la violación de esos derechos. No es exagerado decir que existe una asimetría de la justicia cuando de perseguir a los cristianos se trata. Los cristianos están entre los grupos religiosos más perseguidos del mundo.
         Pero no siempre existe violencia. Muchas veces lo que hay es  una opresión contra la vida privada, familiar, comunitaria, la vida nacional o la propia vida de la iglesia. Está opresión genera una cierta muerte civil por la que se conculcan los derechos laborales, sociales etc. a quienes se atreven a manifestar públicamente su fe, a veces a través de actitudes tan sencillas como portal símbolos religiosos, asistir a misa o manifestar las creencias y comportamientos coherentes con los mismos.


Desde La Bitácora XXI queremos como siempre en nuestras actividades, ofrecer información, reflexión y mostrar algunas actitudes contra corriente en la denuncia de estos hechos.  ¿Podemos seguir ignorando esa realidad? ¿Es justo claudicar ante tanto silencio cómplice y no hablar de ello? ¿Debemos seguir tolerando los ataques que ya empiezan a perpetrarse contra la católica?
 Contamos con la presencia de un periodista de prestigio que une a su buen hacer profesional su valentía para recopilar la información, difundirla y generar criterios al respecto. Se trata de Fernando de Haro, autor de  “Cristianos y leones”,  y de varios documentales que recogen la situación de millones de cristianos que son perseguidos actualmente en todo el mundo. “La persecución tiene dimensiones enormes, se sea o no se sea creyente se puede reconocer que es una de las mayores tragedias de este comienzo del siglo XXI”, comenta el autor.
Fernando de Haro actualmente dirige y presenta “La mañana del fin de semana” en la Cadena COPE y es director del periódico www.paginasdigital.es. En sus más de 25 años de profesión, ha sido redactor de Canal +, presentador de CNN+ y director de los Servicios Informativos de Popular TV.
Charla coloquio
Biblioteca Pública de La Rioja
Calle de la Merced, 1  Logroño
Martes 15 de marzo de 2016 de 19:30 a 21:00 horas

miércoles, 3 de febrero de 2016

MENOS ES MÁS



La crisis económica es una realidad que ha explicitado,  no sólo la pobreza económica de muchos, incluso de ciertas clases medias que jamás sospecharon que les afectaría, sino también la pobreza moral e intelectual que anida en nosotros. Pero también ha puesto de manifiesto la solidaridad de las familias, de la Iglesia, de algunas ONG etc.  Cuando falla el Estado de Bienestar, el Mercado y otros mitos, queda aún la respuesta generosa de lo mejor de la condición humana.

Vivimos una época pródiga en recursos: las zonas comerciales, la oferta de miles de productos a precios ridículos, cuyo coste humano preferimos desconocer, los excesos alimenticios, las modas efímeras, la obsolescencia programada de los instrumentos… todo lleva a un vértigo incesante del consumismo. Las campañas publicitarias, la frivolidad del pensamiento, la debilidad de la voluntad y el individualismo feroz se ha instalado en muchos de nuestros comportamientos y hábitos de consumo a la vez que son muchos los que pasan necesidad.



            Alguien señaló con acierto que “gastamos el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente que, en el fondo, no queremos.”

Urge por tanto una reflexión sobre las causas morales y económicas del consumismo desenfrenado que explica algunos de los males que aquejan nuestra sociedad. Está claro que por respeto a nosotros mismos, a los demás y a un mundo limitado en recursos, no todo lo que legalmente consumimos es ético.


            Mediante esta actividad queremos,  en primer lugar, informar sobre la economía actual basada en el consumismo, lo razonable y los excesos,  lo justo y lo injusto, y más allá de ello, lo que es moral en un mundo solidario donde los recursos son escasos y su reparto con frecuencia injusto.

Queremos, en segundo lugar analizar,  qué grado de responsabilidad tenemos en estos desequilibrios: pensamos en lo global, pero queremos actuar en lo local y personal. Fiel a una de nuestros compromisos estamos convencidos de que otro mundo mejor es posible si cada uno de nosotros se esfuerza por  conseguirlo.  Como en el viejo adagio: “Si cada chino barre su puerta, la calle estará limpia”.