miércoles, 13 de marzo de 2019

TERRORISMO, DEMOCRACIA Y CRISIS DE VALORES.


Una cuestión pendiente

María San Gil.

Miércoles 13 de marzo 
Centro Ibercaja, Portales 48 Logroño 



Acabamos de celebrar las primeras cuatro décadas de la Constitución española de 1978. Un periodo de tiempo en el que hemos alcanzado un nivel de desarrollo y bienestar como nunca habíamos conocido los españoles.

Sin embargo, lo primero que hay que recordar es que estos logros no han sido fruto de la casualidad, sino de un esfuerzo sostenido, generoso y, en muchos casos incomprendido de miles de españoles.
Ya sea por ignorancia, frivolidad o malicia, con frecuencia  se escuchan los mensajes de ciertos políticos y algunos sectores de la sociedad que minusvaloran los sacrificios que ha costado llegar a esta situación.
Se olvida la lacra del terrorismo que ha supuesto casi un millar de víctimas y muchos miles de familiares afectados y otros tantos miles de exiliados.

Aunque ahora no exista la probabilidad de atentados físicos, cabe preguntarse si no se están cometiendo otros tipos de atentados morales e intelectuales contra la sociedad española en general y contra muchas personas en particular, al pasar página con tanta inconsciencia.
Junto a muchos asesinatos sin esclarecer, cabe preguntarse si los terroristas, parodiando a Clausewitz en su célebre definición de la guerra, no están consiguiendo los mismos fines por los que lucharon, con otros métodos.
Cabe plantearse si existe la información verdadera, para las nuevas generaciones, y el recuerdo debido por parte de quienes conocimos el terror etarra.
Nada de esta situación hubiera sido posible sin la generosidad  y el valor de miles de ciudadanos que sufrieron amenazas, marginación social e incomprensión. Muchos de ellos, civiles o miembros de los cuerpos de seguridad, niños, ancianos, hombre y mujeres, fueron asesinados. 
Descargar tríptico

María San Gil, es una mujer que simboliza el compromiso y el coraje de la lucha por una sociedad libre, justa y solidaria, donde simplemente ejercer un cargo político, era una amenaza de muerte. Con treinta años vio cómo mataban a Gregorio Ordoñez mientras almorzaba con él. Lejos de acobardarse, a partir de ese momento su vida es un testimonio de compromiso con esos valores y virtudes sobre los que se asienta nuestra convivencia.

Como ella misma ha dicho, la raíz profunda  de la situación actual es el relativismo y una cierta cobardía: “Hay una crisis de valores, y el primer valor que se pierde es “el valor”, es decir, la valentía. Nos da vergüenza defender nuestros valores, que son la esencia de la persona desde hace más de 2000 años”.
  
Aquí puedes ver el video de la conferencia

Y unas fotos de la misma:













 


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